



TRAM ha instalado en el sistema de climatización de todos sus tranvías aparatos ionizadores capaces de reducir la presencia de partículas de polvo, bacterias, virus y olores, presentes en el aire, de forma totalmente inocua para las personas.
A través de estos aparatos dotados de la tecnología conocida como ionización de punta de cepillo, se liberan iones positivos y negativos capaces de cargar eléctricamente las moléculas de oxígeno y nitrógeno presentes en el aire embarcado del tranvía. Estas moléculas se enganchan a las partículas de polvo, bacterias, virus y olores que, según su estructura, se destruyen, se precipitan al suelo o son atrapadas por el filtro.
Tras una prueba piloto llevada a cabo en 2022, con pruebas de lectura directa, pruebas mediante captadores activos y pruebas mediante captadores pasivos, se concluyó que la ionización es capaz de reducir la concentración de partículas presentes en el aire entre un 80 y 95%. Ahora, todos los tranvías de TRAM cuentan con esa tecnología.