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TRAM ha conseguido la renovación del sello de calidad de higiene y control que valida la correcta aplicación de todos los protocolos para evitar la propagación de la COVID-19. De este modo, TRAM continúa velando por la seguridad de sus trabajadores y trabajadoras y de las personas usuarias del tranvía, casi un año y medio después de la declaración de la pandemia.

Applus Certification ha sido la empresa encargada de auditar, una vez más y como el año 2020, durante una semana los protocolos sobre el entorno físico, las medidas de higiene, las medidas técnicas, organizativas, sobre el equipo y las medidas de control de acceso. Después de este exhaustivo análisis, Applus ha certificado que TRAM está aplicando todos estos protocolos de manera adecuada y efectiva para evitar nuevos contagios de COVID-19 en sus instalaciones.

El primer año de pandemia en cifras

Desde el inicio de la crisis sanitaria, TRAM dispone de los protocolos necesarios de seguridad e higiene y ha intensificado las tareas de limpieza y de desinfección.

Durante el 2020, hemos dedicado más de 5.300 horas extra a las limpiezas especializadas, hemos garantizado la renovación del aire de los vehículos cada 5 minutos, hemos adquirido casi 2.000 mascarillas y más de 1.500 litros de gel hidroalcohólico para proteger nuestro equipo y las personas usuarias; y hemos señalizado con más de 2.500 carteles de información.

En total, TRAM ha dedicado 266.389 € a paliar los efectos de la COVID-19 en sus instalaciones y ha destinado 230.892 € a ayudar a los colectivos más desfavorecidos y perjudicados por las circunstancias a través de donaciones y colaboraciones solidarias.

Con la certificación de Applus, se confirma que el esfuerzo que la empresa está haciendo desde la declaración de la pandemia es el adecuado y se aplica correctamente.